Y ES QUE LOS HUMANOS NO SE BANCAN TANTO GOCE¿Y que otro afecto vaciare dentro de un rato?
Asusta el entusiasmo y sin embargo las ganas me definen,
y me animo, y allá voy,
a sumergirme en otro vientre tibio, a distraerme,
a traducir el pensamiento bíblico entre jadeos,
orgasmos sucesivos y silencios varios.
Y es que los humanos no se bancan tanto goce,
y las últimas caricias se diluyen
y se enciende el pucho de la culpa despedida
y el tiempo llama a enredo
y lo forjado se transforma en complicado,
porque si se repite compromete...
y este asunto de ser libre
ha derivado en casi un muestrario deportivo,
tres, cuatro, cinco, un polvo
¿Qué más da?
Es que en la noche suena a miedo la palabra solo,
huele a idioma muerto
y a animarse a que el amor exista en otro afecto;
AMOR: ¿Y de qué trata ese sonido que la palabra inventa?
Si esta suma de agonías se alimenta del más niño de todos los errores,
Haber sido testigo involuntario de mentiras
Que señoras y señores que nos quieren,
Nos educan en el nombre del amor.
Y es que los humanos no se bancan tanto goce,
Imitan a los dioses y nos cuentan historias sin afecto
y al desamor llaman amor porque da miedo,
¡Cuanto egoísmo! ¿No?
¡Cuánta desesperación se nos enseña y cuanta porquería consentimos
por no atrevernos a vivir de otra manera!
Marco un número ¿Estas? ¿Si? Beso.
Y aunque no pase por ahí toda la vida, no me interesa,
allá voy a enamorarme nuevamente, en una de esas...
