¡NO SEAS CURSI, POR FAVOR!
¡No, de verdad! Yo no me considero un hombre chapado a la antigua,ni añoro tiempos pasados y siempre fui mas practico que romántico. Nunca escribí en prosa, ni mandé rosas, siempre mantuve en mi manga un as y de mi boca no se oyó jamás, un "Voy a tomar este riesgo, así...sin más".
Así que de verdad entiendo que pueda resultarle poco "normal" y cursi esta petición.
Pero con la experiencia me voy dando cuenta que los aciertos son menores a la suma de los errores cometidos, y me da por pensar que quizás debiera buscar dos o tres rimas fáciles de encajar y tratarla de usted, para que así suene que vuelvo un poco atrás...
En mi petición, en realidad no hay más intención que pedirle permiso para construir una ficción. Ya que mi deseo es simplemente que me conceda permiso, para cortejarla porque si. Sin necesidad de ponerla un piso
Pero, por favor, no se me asuste. Ya que con esto de “por qué si”, quiero decir; que no busco el propósito final del enamoramiento, o el acercamiento físico. Este cortejo no tiene mas objeto que el del cortejo en sí mismo.
No se equivoque, no es que no la encuentre atractiva, o que usted no merezca la pena en cualquier otro sentido, pero es que mi fin es mucho más platónico…
Imagino que le sobran moscones y seguidores… Pero yo no pretendo importunarla demasiado, ni espantarle admiradores que si que quiera tener cerca, y ni mucho menos, aparecer de improviso en sus reuniones… Sería tan solo un puñado de cartas, algún regalo ocasional, algún detalle original, pero espero que nada que pueda molestarla o empalagarla.
Se lo utópico que esto le puede resultar, en parte por carecer de sentido cortejar sin la intención de amar, y en parte por todo lo que nos separa a usted y a mí: Apenas dos palabras intercambiadas por casualidad, un océano de por medio, la distancia de dos décadas de experiencias y seguramente un sin fin de sueños diferentes…
Por no hablar que de seguro yo no correspondo a lo que usted espera físicamente. Pero a esto sí le puedo dar una solución: Ya que yo no espero nada, le doy el permiso (si es que lo necesitara) para poner mis palabras en la voz de otro, y mis gestos en la mente de un quizás hombre más apuesto, más joven, o más brillante… O simplemente alguien más cercano con el que usted alguna vez haya soñado. Así, quizá imaginándose que el cortejo viene de otro más afín a su ideal, su sonrisa aparezca con más facilidad y con ello, a la par, mi felicidad. ¡Hay que ver! Resulta que ahora voy a descubrir que quizás tenga alma de Cyrano.
Pero esta, no es una petición carente de todo tipo de interés, ya que tiene como razón saber y sentir que usted recibe con agrado mis atenciones, que suspira (aunque sea ligeramente) ante mis cartas, que sonríe ante mis detalles y atenciones. Mi voluntad es saber que usted puede recibir lo que uno es capaz de dar, y que lo que le doy, va a ser recibido con la misma sonrisa que si se viese a un ser querido al final del andén.
En definitiva, sería tan atractivo experimentar el poder comprometer su ánimo, y llegar alguna vez a algo tan sublime como conseguir transformar uno de esos dias, en que usted se levanta con mal pie, en un dia feliz donde solo le apetezca sonreir.
Así que por favor no acepte mi propuesta si no es así, ya que aunque el motivo no es ser correspondido, si lo es el sentir que usted puede y quiere recibir pequeñas satisfacciones inesperadas, como una carta con el remite "un admirador", la alegría de una invitación, un regalo sin motivo alguno o la mera sonrisa de un extraño.
Encontraría tan placentero el tener su permiso para cortejarla en estos tiempos tan poco dado para ello, eso me haría pensar que usted confía en mí y en mis sanas intenciones, y podríamos volver juntos a los viejos tiempos cuando ni siquiera existía el fax, el tiempo era requisito imprescindible para conocerse y cortejarse, las cartas llegaban en sobre y las rosas no estaban pasadas de moda. Esos tiempos en que uno luchaba, con constancia, por lo que de verdad merecía la pena y las sorpresas más agradables esperaban tras una esquina, en forma de sonrisa, esperando que el otro se decidiera a pasar.
Como le decía (aunque pueda no parecerlo ahora), no le haga caso a mi forma de hablar, yo siempre he sido un hombre más práctico que romántico. Pero es que son tantas las cosas que nos separan y nos diferencian a usted y a mí, serian tantas las dificultades a superar… ¡Que dan verdaderas ganas de intentarlo!
By:
Nene
¡No, de verdad! Yo no me considero un hombre chapado a la antigua,ni añoro tiempos pasados y siempre fui mas practico que romántico. Nunca escribí en prosa, ni mandé rosas, siempre mantuve en mi manga un as y de mi boca no se oyó jamás, un "Voy a tomar este riesgo, así...sin más". Así que de verdad entiendo que pueda resultarle poco "normal" y cursi esta petición.
Pero con la experiencia me voy dando cuenta que los aciertos son menores a la suma de los errores cometidos, y me da por pensar que quizás debiera buscar dos o tres rimas fáciles de encajar y tratarla de usted, para que así suene que vuelvo un poco atrás...
En mi petición, en realidad no hay más intención que pedirle permiso para construir una ficción. Ya que mi deseo es simplemente que me conceda permiso, para cortejarla porque si. Sin necesidad de ponerla un piso
Pero, por favor, no se me asuste. Ya que con esto de “por qué si”, quiero decir; que no busco el propósito final del enamoramiento, o el acercamiento físico. Este cortejo no tiene mas objeto que el del cortejo en sí mismo.
No se equivoque, no es que no la encuentre atractiva, o que usted no merezca la pena en cualquier otro sentido, pero es que mi fin es mucho más platónico…
Imagino que le sobran moscones y seguidores… Pero yo no pretendo importunarla demasiado, ni espantarle admiradores que si que quiera tener cerca, y ni mucho menos, aparecer de improviso en sus reuniones… Sería tan solo un puñado de cartas, algún regalo ocasional, algún detalle original, pero espero que nada que pueda molestarla o empalagarla.
Se lo utópico que esto le puede resultar, en parte por carecer de sentido cortejar sin la intención de amar, y en parte por todo lo que nos separa a usted y a mí: Apenas dos palabras intercambiadas por casualidad, un océano de por medio, la distancia de dos décadas de experiencias y seguramente un sin fin de sueños diferentes…
Por no hablar que de seguro yo no correspondo a lo que usted espera físicamente. Pero a esto sí le puedo dar una solución: Ya que yo no espero nada, le doy el permiso (si es que lo necesitara) para poner mis palabras en la voz de otro, y mis gestos en la mente de un quizás hombre más apuesto, más joven, o más brillante… O simplemente alguien más cercano con el que usted alguna vez haya soñado. Así, quizá imaginándose que el cortejo viene de otro más afín a su ideal, su sonrisa aparezca con más facilidad y con ello, a la par, mi felicidad. ¡Hay que ver! Resulta que ahora voy a descubrir que quizás tenga alma de Cyrano.
Pero esta, no es una petición carente de todo tipo de interés, ya que tiene como razón saber y sentir que usted recibe con agrado mis atenciones, que suspira (aunque sea ligeramente) ante mis cartas, que sonríe ante mis detalles y atenciones. Mi voluntad es saber que usted puede recibir lo que uno es capaz de dar, y que lo que le doy, va a ser recibido con la misma sonrisa que si se viese a un ser querido al final del andén.
En definitiva, sería tan atractivo experimentar el poder comprometer su ánimo, y llegar alguna vez a algo tan sublime como conseguir transformar uno de esos dias, en que usted se levanta con mal pie, en un dia feliz donde solo le apetezca sonreir.
Así que por favor no acepte mi propuesta si no es así, ya que aunque el motivo no es ser correspondido, si lo es el sentir que usted puede y quiere recibir pequeñas satisfacciones inesperadas, como una carta con el remite "un admirador", la alegría de una invitación, un regalo sin motivo alguno o la mera sonrisa de un extraño.
Encontraría tan placentero el tener su permiso para cortejarla en estos tiempos tan poco dado para ello, eso me haría pensar que usted confía en mí y en mis sanas intenciones, y podríamos volver juntos a los viejos tiempos cuando ni siquiera existía el fax, el tiempo era requisito imprescindible para conocerse y cortejarse, las cartas llegaban en sobre y las rosas no estaban pasadas de moda. Esos tiempos en que uno luchaba, con constancia, por lo que de verdad merecía la pena y las sorpresas más agradables esperaban tras una esquina, en forma de sonrisa, esperando que el otro se decidiera a pasar.
Como le decía (aunque pueda no parecerlo ahora), no le haga caso a mi forma de hablar, yo siempre he sido un hombre más práctico que romántico. Pero es que son tantas las cosas que nos separan y nos diferencian a usted y a mí, serian tantas las dificultades a superar… ¡Que dan verdaderas ganas de intentarlo!
By:
Nene

3 comentarios:
No soy capaz de articular palabra. Cuando pueda escribir algo más que tres líneas intentaré plasmar la grata sorpresa que me ha causado leer este escrito.
A falta de Palabras:
:-)
me encantaa esta historia...me resulta un poco extraña...por que la percibo como muy de sorpresa y no muy lejana...puede que algun dia sea ese cortejeo en estos tiempos tan frios que corremos...ya que el calor del romanticismo se va olvidando cada vez mas¡¡¡sigue tu camino escribiendo...y por favor los que te leemos no nos olvides..por ke sin tus escritos no podriamos soñar..besos Tu amiga Rosita.
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